El casco antiguo de Génova es uno de los más grandes de Europa. El laberinto de sus callejones (carruggi) es sorprendente y cautivante. En cada esquina hay un tesoro para descubrir: la Commenda di Pré, el Banco de San Giorgio, la Iglesia de San Matteo, pequeñas plazas y callejones (carruggi), pórticos y torres, palacios e iglesias genticilias, fachadas que se caracterizan por la típica bicromía del uso alternado de mármol blanco y de pizarra y suntuosos interiores barrocos.
Sus callejones siempre son animados por la gente paseando por las tiendas y los talleres durante el día y por cafés, bares y restaurantes por la noche hasta la madrugada.